“Las víctimas civiles en Gaza han sido muy elevadas, y está claro que los israelíes deben hacer más para cumplir con sus elevados y conocidos estándares” de protección de civiles, dijo a los periodistas el portavoz del Pentágono, el coronel Steve Warren.
El Departamento de Defensa anunció ayer miércoles el envío de más munición a Israel a petición del Gobierno israelí, que mantiene su ofensiva contra la milicia de Hamás en Gaza pese a las peticiones de alto el fuego de EE.UU. y la críticas por las muertes de civiles.
En un comunicado oficial, el Pentágono confirmó que el 20 de julio había recibido una carta pidiendo una venta de munición que fue aceptada el 23 de julio, un procedimiento establecido para casos de emergencia en el llamado Inventario de Reservas de Munición de Guerra de Israel, por valor de más de mil millones de dólares y que permite a los israelíes disponer de munición de manera urgente.
Entre la munición provista se encuentra la necesaria para lanzagranadas y piezas de mortero de 120 milímetros, como la artillería que el miércoles provocó la muerte de hasta 19 personas en una escuela-refugio de Naciones Unidas, una acción que fue fuertemente condenada por Estados Unidos.
Según los últimos datos con los que cuenta la ONU, desde que comenzó la ofensiva han muerto más de 1.200 palestinos, en su mayoría civiles y 249 de ellos niños, mientras que las víctimas israelíes ascienden a 59, de los cuales dos son civiles.
El presidente estadounidense, Barack Obama, ha pedido un alto el fuego humanitario inmediato y sin condiciones en Gaza, aunque la ayuda militar al aliado de Washington se mantiene intacta.
Esta semana el Congreso está debatiendo una ayuda de emergencia de 225 millones de dólares para mantener la operatividad y los inventarios de misiles del sistema anti-cohetes israelí del Iron Dome, que ha permitido que en esta crisis solo hayan muerto tres civiles por los cohetes lanzados por Hamás a la población civil.
