El documento indica que no solo el precio del pasaje debería bajar, al costo mencionado, sino que además no se debería incluir ningún tipo de subsidio.
Según los analistas, este estudio coincide con el elaborado en el 2014 por la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional, que no fue publicado oficialmente.
Agrega que en el periodo 1989 – 2015 se registró un masivo ingreso de productos industrializados, como ómnibus, repuestos y cubiertas “a precios mucho menores a los que se tenía (en dólares), en 1989, particularmente de la China”.
Mencionan la baja calidad en los servicios del transporte público, que se deterioraron sensiblemente con relación al nivel, de por sí, bajo que tenían en 1989.
En cuanto a su antigüedad, indican que los ómnibus se encuentran hoy mucho más obsoletos que hace 25 años.
Por otra parte, mencionan que los colectivos escasean en horas de la noche o días feriados, mientras que en las llamadas horas pico van abarrotados de pasajeros.
También critican a la APP – Alianza Público Privada – definiendo como incapaz al Gobierno para manejar adecuadamente la situación del transporte público en nuestro país.
Finalmente recomiendan “analizar seriamente la posibilidad de que el Estado asuma la competencia en materia de transporte público de pasajeros, habida cuenta que la concesión de hecho (permiso) se prolonga por mucho más de 30 años, el plazo límite que fija la Ley de Concesiones (N° 1.618/2000), y al pésimo servicio prestado, causal más que suficiente para rescindir todos los permisos otorgados”.