Una Isuzu D-max 2015, doble cabina, fue adaptada en la carrocería para dar espacio al asiento papal y dos asientos más. También cuenta con espacios a los costados para los guardias y una escalera detrás.
Automotor S.A. puso a disposición la camioneta y realizó las adecuaciones necesarias, bajo la dirección de Samuel Piccinini, de acuerdo a los requerimientos de seguridad del Vaticano.
El asiento papal es giratorio para que Francisco pueda bajar por la escalinata trasera a estrechar la mano a los fieles, algo que ya se ha vuelto costumbre en sus viajes.
El costo total de las adaptaciones es de G. 80 millones, además de los 47 mil dólares de costo de la camioneta. Luego de la visita, el papamóvil pasará a formar parte del museo de la firma que encaró los trabajos.
Darío Alonso, Jorge Ortega, Dionisio y Julián Guillén, Rodrigo Santacruz, Santiago Godoy y Fernando Achucarro formaron el equipo de chapistas, electricistas, tapiceros y mecánicos que realizó el trabajo sin descanso durante 50 días, guiándose con fotografías, catálogos, videos y directrices que el Vaticano envió semana tras semana.
El asiento papal fue realizado por la fábrica de muebles Impacto SA, forrado completamente en cuero repujado blanco, con el logo del Vaticano y un detalle muy especial: diseños en ñandutí a los costados. Del Vaticano llegaron los escudos, banderines y chapas que lleva el vehículo.
El papa Francisco visitará Paraguay entre el 10, 11 y 12 de julio, en el marco de una gira que llevará al Sumo Pontífice también a Ecuador y Bolivia.