El papa Francisco fue recibido en Ecuador con un fuerte discurso político de su presidente, Rafael Correa, al que respondió hablando de la necesidad de valorar las diferencias, fomentar el diálogo y la participación sin exclusiones, reportó el enviado de ÚH, Luis Bareiro.
Correa dio la bienvenida ayer al Papa en el aeropuerto Mariscal de Sucre con un fuerte discurso condenando el modelo económico del goteo y los privilegios de los sectores más ricos, y para argumentar sus ideas apeló en repetidas ocasiones a declaraciones vertidas en algún momento por el propio Bergoglio.
Fue una larga exposición en la que, entre otras cosas, dijo que si los argentinos se jactaban de tener un papa y los brasileños de que Dios era brasileño, él podía decir que Ecuador es el paraíso.
El Papa respondió con un discurso breve en el que resaltó que “las claves para afrontar los desafíos actuales se pueden encontrar en el Evangelio, valorando las diferencias y fomentado el diálogo y la participación” y agregó “sin exclusiones”.
Apelar a un diálogo sin exclusiones sonó a respuesta para un presidente ecuatoriano que ha soportado en las últimas semanas varias protestas callejeras, tanto de organizaciones sociales como de grupos políticos de oposición.