En su tradicional y solemne discurso de inicio de año ante los representantes y embajadores de los 182 países acreditados ante el Vaticano, el Papa analizó la situación del mundo y repasó los mayores conflictos y problemas que lo preocupan. En su larga disertación, dedicada a la seguridad y la paz, Francisco, que en marzo cumple 4 años en el trono de Pedro, denunció el terrorismo de matriz fundamentalista, que produjo numerosas víctimas en todo el mundo y abusa del nombre de Dios para diseminar la muerte. “Me refiero en particular al terrorismo de matriz fundamentalista, que en el año pasado segó la vida de numerosas víctimas en todo el mundo: en Afganistán, Bangladesh, Bélgica, Burkina Faso, Egipto, Francia, Alemania, Jordania, Irak, Nigeria, Pakistán, EEUU de América, Túnez y Turquía”, dijo.
“Son gestos viles, que usan a los niños para asesinar, como en Nigeria; toman como objetivo a quien reza, como en la Catedral copta de El Cairo, a quien viaja o trabaja, como en Bruselas, a quien pasea por las calles de la ciudad, como en Niza o en Berlín, o sencillamente celebra la llegada del año nuevo, como en Estambul”, prosiguió. afp