Lo hizo ante los 200 participantes del Encuentro Mundial de Movimientos Populares, que congrega hasta mañana en Roma a representantes de más de un centenar de organizaciones de base de todo el mundo para analizar las causas de la exclusión social.
Según Radio Vaticano, el papa lamentó que por el hecho de hablar de estos tres conceptos pueda ser tachado de “comunista”, si bien recordó que “el amor a los pobres está en el centro del Evangelio” y que “no responde a ninguna ideología”.
“Digamos juntos desde el corazón ¡Ninguna familia sin vivienda! ¡Ningún campesino sin tierra! ¡Ningún trabajador sin derechos! ¡Ninguna persona sin la dignidad que da el trabajo!”, exhortó.
En declaraciones a Efe, Sergio Sánchez, participante en el encuentro y conocido en Argentina como “el cartonero del papa” por la amistad que le une a Bergoglio, explicó emocionado que el pontífice les animó a seguir luchando por un “mundo más justo”.
Además tuvo la posibilidad de narrar ante Francisco su historia personal, la de un bonaerense que desde hace casi 15 años se dedica a reciclar basura después de perder su empleo en 2001.
Hoy lidera una cooperativa que lleva a cabo múltiples acciones en pro de los más desfavorecidos y, el pasado mayo, se unió a la huelga de hambre que vecinos de los barrios marginales de Buenos Aires emprendieron para reclamar la urbanización de las zonas más pobres de la capital.
Al término del encuentro con Bergoglio también habló con Efe Joaquín Sánchez, representante de la española Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH).
Este murciano aseguró haberse sentido “arropado” por el pontífice, quien durante su alocución también defendió el derecho a la vivienda y abogó por “una democracia real y de los pueblos”.
Por su parte, los movimientos populares han transmitido a Bergoglio algunas de las conclusiones que han recabado por el momento y que versan sobre la violación de los Derechos Humanos, los desahucios, el trabajo precario y “la soberanía alimentaria”, es decir, la tierra concentrada en pocas manos.
Francisco, según los entrevistados, animó a los representantes a “seguir luchando por un mundo nuevo” y estos, a su vez, le solicitaron “una apuesta más clara por los pobres y los empobrecidos”.
En calidad de líder indígena, de la etnia aimara, también estuvo presente durante esta jornada el presidente de Bolivia, Evo Morales, el único mandatario que acudió a este encuentro y que, por ello, tomó la palabra durante el acto para saludar públicamente al papa y al resto de participantes.
El líder boliviano y Bergoglio mantendrán esta tarde una reunión informal en el Vaticano, la segunda ocasión que se ven en privado.
Tras esta segunda jornada dedicada al pensamiento del papa Francisco, el Encuentro Mundial de los Movimientos Populares continuará trabajando hasta mañana y dividido en tres subgrupos -trabajo, tierra y vivienda- con el fin de articular y facilitar los debates y los análisis.
Sánchez, como representante de la PAH, una plataforma que ya ha paralizado 1.135 desahucios desde el comienzo de la crisis, divulgó en este encuentro la importancia de que “cada familia tenga una vivienda” y de que se respete “su arraigo” para que no sean desplazadas.
