EFE
El dinero recaudado con este trabajo, que lanza el sello discográfico de la artista Lioness Records, se destinará a la Fundación Amy Winehouse, creada tras su muerte para ayudar a gente joven con problemas.
El pasado 23 de julio se cumplieron tres años del fallecimiento de la diva del “soul”, que murió con 27 años en su domicilio de Camden Town como consecuencia del abuso del alcohol.
El padre de la cantante sacó su primer álbum, “Rush of Love”, en abril de 2011, poco antes de la muerte de su hija, que le había ayudado a seleccionar las baladas de “swing”.
“Este es aún ese álbum que Amy me ayudó a crear. Había tantas otras canciones que podríamos haber hecho, y aquí están”, ha declarado el ex taxista.
Al presentar este nuevo trabajo, Mitch Winehouse se refirió a su labor en la fundación y dijo que le “conecta con el recuerdo de Amy y recauda dinero para algo en lo que creemos”.
“Aún ahora es doloroso y conmovedor, pero tienes que seguir adelante. Si no lo hacemos nosotros, no lo va a hacer nadie”, afirmó el progenitor, quien también sacó en 2012 el libro “Amy, mi hija”, cuyos beneficios fueron asimismo a la fundación.
Mitch Winehouse aseguró que actuar en los escenarios de todo el mundo le permite sentirse más cerca de la malograda cantante.
“Es fantástico poder salir a cantar, es algo que me encanta. Siento que cuando estoy en el escenario, Amy está conmigo. Ella no permitiría que algo tan nimio como no estar aquí le impidiera subir al escenario”, manifestó.
En el momento de su muerte, Amy Winehouse era una de las cantantes británicas más destacadas, ganadora de seis premios Grammy y con dos exitosos discos de estudio, “Frank”, de 2003, y “Back to Black”, de 2006, a los que se sumó uno póstumo, “Lioness: Hidden Treasures”, en 2011.
