La victoria de Moon terminaría con meses de turbulencia política que condujo a un juicio político en el Parlamento a la ex presidenta Park Geun-hye por un escándalo de corrupción.
Park se convirtió en el primer líder democráticamente elegido de Corea del Sur en ser removido de su cargo, lo que generó una elección rápida para elegir a su sucesor.
En un escenario provisorio ubicado en la principal plaza del centro de Seúl, Moon rodeado de líderes del Partido Democrático prometió inaugurar una nueva era para un país golpeado duramente por el escándalo. “Haré un país justo y unido”, dijo el mandatario electo a una multitud reunida para ver al ex abogado de derechos humanos, quien entró a la política hace solo cinco años. “Seré un presidente que también esté al servicio de toda la gente que no me apoyó”, añadió. Con 48% de los sufragios contados, Moon lograba 39,6% de apoyo de los votantes, según la Comisión Electoral Nacional. El conservador Hong Joon-pyo lo seguía con 26,3%, mientras que más atrás aparecía el centrista Ahn Cheol-soo con 21,3%. afp