Peña realizó estas declaraciones este miércoles en Asunción durante la presentación del informe de rendición de cuentas 2016 del Ministerio de Hacienda.
El ministro explicó que, del total del gasto público invertido este año, un 39 % fue a parar a la inversión en infraestructuras, mientras que un 8 % se destinó a pago de salarios, un porcentaje muy inferior al registrado en años anteriores.
“Hemos mejorado la estructura del gasto público. Ha aumentado la inversión pública, y Paraguay registra por primera vez en su historia una caída en el gasto salarial”, declaró.
Agregó que esta “fuerte contención” del gasto salarial “no es una medida popular”, pero trae beneficios a largo plazo, como la construcción de autopistas o viaductos, ya que solo un 17 % de la red vial paraguaya se encuentra pavimentada.
Peña destacó que las inversiones en infraestructura se financiaron a través de préstamos de organismos regionales como el Banco de Desarrollo de América Latina-CAF, pero también a través de la emisión de bonos soberanos.
Sin embargo, la emisión de bonos prevista por Hacienda para el presupuesto general de 2017, que era de 558 millones de dólares, fue recortada a la mitad en el Senado paraguayo, ante el temor de que esta medida aumente la deuda pública del país.
“El resultado de la discusión del presupuesto en el Poder Legislativo no fue el que esperábamos, pero debemos seguir construyendo consenso”, admitió Peña.
En este sentido, defendió que Paraguay mantiene una deuda pública “manejable”, con un valor en torno al 20 % de su producto interior bruto (PIB), mientras que el Fondo Monetario Internacional considera que el porcentaje de deuda sostenible para el país se sitúa entre el 30 % y el 45 % del PIB.
El ministro aseguró que la totalidad del déficit fiscal de Paraguay se explica por la inversión, que fue destinada tanto al gasto social, en sectores como la salud, la seguridad social o la educación, como a la inversión en infraestructuras, que proporciona “dinamismo, crecimiento económico y fuentes de empleo”.
Así, los ejes del presupuesto planteado para 2017 son asegurar recursos a los programas sociales, pero también mantener el impulso en la construcción de infraestructuras y viviendas sociales, y mejorar la calidad y gestión del gasto público, afirmó.
Ya el pasado abril, Peña defendió las emisiones de bonos soberanos como necesarias para la inversión en infraestructuras, y rechazó que ello haga aumentar la deuda externa y el déficit, como sostienen algunos senadores.
Según este ministro, Paraguay es el segundo país con mayor atraso en obras de infraestructura de Latinoamérica, solo por detrás de Haití.
Este déficit en infraestructura pública se cifra en 21.000 millones de dólares, con serias deficiencias en los sistemas de agua y saneamiento o redes de transmisión eléctrica, declaró en noviembre Ramón Jiménez Gaona, ministro de Obras Públicas y Comunicaciones.