La actividad económica pasó recientemente a “una fase de mayor debilidad y la actividad de sectores distintos a minería se ha vuelto más lenta”, afirmó el jefe de las finanzas publicas del país austral.
Los expertos y el mercado prevén que la economía chilena no crecerá más de 2,0 % en 2017 y de 2,5 % en 2018, y que el PIB del 2016 cerrará en 1,5 % o 1,6 % como máximo.
Lo anterior, debido a que la actividad cayó 0,4 % en octubre, creció 0,8 % en noviembre y las apuestas para diciembre promedian 1,0 %.
Durante un seminario organizado por Icare (Instituto Chileno de Administración Racional de Empresas) y el Consejo Minero, el titular de Hacienda llamó a redoblar los esfuerzos para recuperar el crecimiento, pues es “necesario que entre todos podamos reducir los ruidos que afectan la confianza y la inversión”.
“La verdad es que sin una economía dinámica es difícil pensar que podamos contar con los recursos que necesitamos para sostener el esfuerzo social que hacemos como país, además que tenemos que pagar nuestras deudas”, añadió Valdés.
Según el ministro, el crecimiento vendrá de inversionistas nacionales e internacionales, motivo por el cual es relevante que se recupere la confianza y se mantengan “las reglas del juego”.
Asimismo, Valdés reconoció que trabajar en esa línea en un año electoral “no es fácil”.
“Espero que todo debate se realice en el marco de la realidad de las cuentas públicas y los principios de la responsabilidad fiscal, así como el respeto de nuestras instituciones”, recalcó.