El pintor, que nació en 1884, residió diez años en la ciudad de los rascacielos, a la que llegó en 1940, y en la que murió de un ataque al corazón el 27 de diciembre de 1950 cuando se dirigía, precisamente, al MET.
Entre las obras destacan autorretratos, pinturas mitológicas, interiores expresionistas y retratos coloristas de mujeres y paisajes.
El pintor huyó de Alemania para ir a vivir a Amsterdam en 1937, después de que los nazis rechazaran su obra por irreverente, y una década después aterrizó en EEUU, donde pasó unos años en Misuri antes de establecerse en Nueva York.
El MET explicó en un comunicado que el fatal desenlace de Beckmann, a los 66 años, en el camino desde su apartamento en el Upper West Side hasta el MET inspiró la exhibición.