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SÃO PAULO - BRASIL
El bloque comercial de países sudamericanos Mercosur suspendió a Venezuela ayer por tiempo indefinido y exigió que el país restaure la democracia de inmediato, según un comunicado del grupo.
Además, el Mercosur sumó presión internacional al presidente Nicolás Maduro al instar al Gobierno a que desmantele la recién creada asamblea nacional constituyente, un organismo dotado con poderes especiales sobre otras instituciones del Estado.
Los ministros de Relaciones Exteriores de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay anunciaron la decisión en São Paulo, exigiendo a Maduro que libere a presos políticos e inicie inmediatamente una transición política. “Estamos diciendo: ¡Detengan esto! Basta de muertes, basta de represión. No es posible infligir tanta tortura al pueblo”, dijo el canciller brasileño, Aloysio Ferreira, tras la reunión de emergencia convocada por el Mercosur para tratar la situación venezolana.
El Mercosur, que no tiene potestad para expulsar al país caribeño, lo había suspendido temporalmente en diciembre por no cumplir con las normas del bloque, y ahora endureció su postura tras la controvertida elección de la asamblea constituyente el domingo y el arresto de varios líderes opositores en Caracas.
Medida política. Esta es la segunda vez que el Mercosur, fundado en 1991, aplica esa cláusula suscrita en 1998 en Ushuaia que estipula que la plena vigencia de las instituciones democráticas es condición esencial para integrar el bloque regional. El Protocolo de Ushuaia se aplicó previamente en 2012 contra Paraguay, tras la destitución del presidente Fernando Lugo, que fue sometido a un juicio político por el Congreso. La suspensión de Paraguay –que volvió al seno del bloque tras la elección de Horacio Cartes en 2013– permitió el ingreso de Venezuela al Mercosur.