Esta primera vista tiene como objetivo revisar los cargos de los que se acusa a la exmandataria y comenzar a establecer los plazos del proceso.
En este sentido, se espera que el tribunal del Distrito Central de Seúl que juzga el caso celebre dos o tres sesiones preparatorias antes de una primera vista formal en torno a junio.
Park, en prisión preventiva desde el pasado 31 de marzo, encara 18 cargos, entre ellos revelación de secretos de Estado, coacción, abuso de poder y soborno, un delito que Corea del Sur castiga con un mínimo de 10 años de prisión y hasta con cadena perpetua.
La fiscalía considera probado que Park creó una red con su amiga Choi Soon-sil, conocida como la “Rasputina” por su influencia sobre la expresidenta, a través de la cual, entre otras cosas, solicitó y obtuvo sobornos de al menos tres grandes grupos empresariales -Samsung, Lotte y SK- por valor de unos 50 millones de dólares.
También se la acusa de haber creado una lista negra de unos 9.500 artistas críticos con sus políticas (y que por ello perdieron su derecho a recibir subvenciones públicas y otras ayudas) y de coaccionar a empresas para firmar contratos con compañías de su amiga Choi.
Park, que no está obligada a asistir a esta sesión preparatoria, ha defendido que es inocente de todos los cargos de los que está acusada.
El caso “Rasputina” ha sacudido los cimientos políticos y económicos de Corea del Sur, puesto que entre los implicados detenidos se encuentran presidentes de grandes empresas, entre ellas Samsung, cuyo líder, Lee Jae-yong, está en prisión preventiva desde febrero.
El caso ha supuesto la primera vez que Corea del Sur destituye a un presidente elegido democráticamente y también el primer adelanto de elecciones presidenciales (que se celebrarán el próximo 9 de mayo) desde que el país volvió a celebrar comicios democráticos en diciembre de 1987.
