Por Carlos Aquino
SAN PEDRO
Los cuatros detenidos tras el asesinato del intendente municipal de Tacuatí, Ramón Carrillo, fueron enviados a prisión por el juez de Garantías de Santa Rosa del Aguaray, Edgardo Mauricio Martínez.
El Ministerio Público imputó a Alfredo Sosa, concejal por el Partido Colorado, por homicidio doloso en grado de instigación; a Sindulfo Franco, ex precandidato colorado a la Intendencia de Tacuatí y al político Juan López, por homicidio doloso en grado de cómplice y a Jorge Larrea, hijo de Hipólito Larrea, quien fuera hasta hace unos días presidente de la Junta Municipal de Tacuatí, por posesión de marihuana. Para todos, la fiscala Fany Aguilera pidió prisión.
En la mañana de ayer se presentaron ante el juzgado de Garantías, pero se abstuvieron de prestar declaración y el juez Edgardo Mauricio Martínez dictó prisión y el traslado de los cuatro a la Penitenciaría Regional de San Pedro del Ycuamandiyú.
Estas personas fueron detenidas en allanamientos realizados el jueves en diferentes lugares de Tacuatí.
Los investigadores sostienen que existen importantes elementos que involucran a los mismos.
Walberto Ramón Carrillo, intendente de Tacuatí fue asesinado el pasado domingo por dos sicarios quienes lo ejecutaron de 4 balazos en la calle, cuando iba a buscar a su hija de 13 años de la casa de una compañerita suya de colegio.
Autores materiales. El paso siguiente para los investigadores es llegar a los dos autores materiales que iban en una moto y que le siguieron a Ramón Carrillo, cuando este salió de la cancha de fútbol. Para este efecto los fiscales están realizando algunos peritajes tanto a las motos incautadas, como también a las armas y notebook, a fin de llegar a los ejecutores del asesinato político.
Carrillo había estado previamente en la inauguración del torneo de fútbol de la liga tacuateña, sin embargo al culminar el evento cerca mismo del campo de fútbol, en pleno casco urbano, fue abatido a balazos por los sicarios.
Miguela Colmán de Carrillo, viuda del jefe comunal asesinado, expresó que había rumores que su marido no cumpliría 100 días como intendente municipal y que sus propios correligionarios orquestaron su muerte.