“La prisión preventiva es excepcional, pero estamos en tiempos excepcionales”, subrayó Moro durante el 5º Fórum Nacional de los Jueces Criminales, celebrado en Sao Paulo.
La detención preventiva, previa a la condenación, ha sido criticada por algunos juristas y abogados, quienes consideran que su aplicación hiere el principio de la presunción de inocencia.
Moro, sin embargo, insistió hoy en que este tipo de pedidos de prisión se ha dado siempre “dentro del marco de la ley” y en un contexto de “corrupción sistemática”.
Durante su intervención, el juez titular de la 13º Corte Penal Federal de Curitiba también se mostró a favor de la manutención de la ley que determina la prisión inmediata de los condenados en segunda instancia.
Esa decisión está siendo revisada por la Corte Suprema, que deberá juzgarla este jueves, después de varios recursos presentados por la Orden (colegio) de los Abogados de Brasil (OAB).
De acuerdo con Moro, el proceso judicial “tiene que tener una duración razonable” para que los acusados no tengan una sensación de “impunidad”.
“Creo que la decisión de decretar prisión en segunda instancia va a ser mantenida”, agregó el magistrado.
Desde 2014, Moro está a cargo de la Lava Jato, como ha sido bautizada la mayor investigación de corrupción en la historia de Brasil y por la que ya han sido condenados directivos de Petrobras, ejecutivos de las principales constructoras del país y políticos.
El pasado septiembre el juez aceptó una denuncia por corrupción y lavado de dinero contra el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, a quien la Fiscalía acusa de ser el “comandante máximo” de la trama en Petrobras.
Lula, por su parte, ha aireado fuertes críticas contra Moro, a quien ha acusado ante la Comisión de Derechos Humanos de la ONU de “abuso de poder” y “parcialidad”.
