BUENOS AIRES - ARGENTINA
El jefe de Policía de la ciudad de Buenos Aires, el comisario inspector José Potocar, quedó detenido ayer, acusado del presunto cobro de coimas en una causa que involucra a comisarios y agentes.
Potocar, de 58 años, está señalado como presunto líder de una organización que pedía sumas de dinero a comerciantes de algunos barrios del norte de la capital argentina a cambio de protección y seguridad privilegiada.
Según la causa, los policías de la Comisaría 35 pedían a los comercios un mínimo de 2.000 pesos (130 dólares) mensuales.
También les cobraban 400 pesos (27 dólares) a los “trapitos” (cuidadores no oficiales de autos) que están prohibidos pero pululan en la ciudad, en particular en los alrededores de los estadios de fútbol en días de partidos y conciertos. Cuando se inició la pesquisa, Potocar se desempeñaba como director de Comisarías de la ciudad de Buenos Aires, a cargo de las 54 comisarías que tenía la Policía Federal dentro de la capital argentina.
Potocar se presentó voluntariamente ayer ante el juez Ricardo Farías, quien lo dejó detenido para evitar que entorpezca la investigación, informó a la prensa su abogado, Christian Poletti, en las puertas de tribunales.
El juez ordenó además el allanamiento de su domicilio en la localidad de Morón (periferia oeste).
El 1 de enero pasado, Potocar asumió como primer jefe de la flamante Policía de Buenos Aires, una fuerza que unió la Policía Metropolitana –formada durante la alcaldía del ahora presidente Mauricio Macri– con parte de la Policía Federal.
Llegado a este cargo con un currículum impecable, según las autoridades, el jefe de la nueva Policía fue suspendido el sábado en forma preventiva. “Esperamos que Potocar aclare su situación en la justicia y rápidamente vuelva a desempeñarse como jefe de la fuerza”, dijo en su respaldo el ministro de Seguridad capitalino, Martín Ocampo.
En tanto, está prófugo el comisario Norberto Villarreal, ex jefe de la Comisaría 35.