“Nos encontramos en un momento en el que la recuperación de la economía global está progresando (...), pero el crecimiento es más débil de lo esperado”, remarcó el texto de la declaración final, que se firmó en el estado de Goa, en el oeste de la India.
Los BRICS destacaron que detrás de la falta de crecimiento están “los persistentes riesgos para la economía global”, como conflictos regionales, el terrorismo, el flujo de refugiados o la incierta situación en el Reino Unido tras decidir abandonar la Unión Europea.
Además, remarcaron la importancia de “la solidaridad y la cooperación” entre los países de grupo BRICS basada en los “intereses comunes”.
La declaración fue rubricada por el anfitrión, el primer ministro indio, Narendra Modi, y los presidentes brasileño, Michel Temer; ruso, Vladimir Putin; chino, Xi Jinping, y sudafricano, Jacob Zuma.
Los mandatarios insistieron también en la necesidad de dar pasos concretos para que los países en vías de desarrollo posean más capacidad de representación.
Entre los pasos a dar pidieron que los países europeos cumplan su promesa de ceder dos asientos en el órgano ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI).
“La reforma del FMI debería fortalecer la representación y voz de los miembros más pobres del Fondo, incluida la África Subsahariana”, anotó la declaración.
Esa inclusión también fue reclamada para la Organización Mundial del Comercio (OMC), a la que el grupo pidió un funcionamiento “transparente y no discriminatorio”, aunque mostró su apoyo a ese sistema de comercio multilateral, más allá de los mecanismos regionales.
Otro punto importante de la declaración final del BRICS fue su condena total “del terrorismo en todas sus formas y manifestaciones”, una postura impulsada por la India.
“Condenamos de manera enérgica los recientes ataques contra algunos países del BRICS, incluido ese en la India”, remarcó la declaración final, que no contó sin embargo con una llamada de atención concreta contra Pakistán, como buscaba el anfitrión Modi.
Según el texto, los BRICS insistieron en que “no puede haber justificación en absoluto para ningún acto de terrorismo, esté basado en razones ideológicas, religiosas, políticas, raciales u otras”.
La India buscaba apoyos para presionar a Pakistán en un nuevo punto bajo en sus relaciones bilaterales tras el último incidente que se produjo hace unas semanas con la entrada de insurgentes presuntamente desde territorio paquistaní para atentar contra una base militar en la región india de Cachemira.