Delegados del Gobierno y de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) se reunieron en un hotel de Caracas –por segunda vez desde que se instaló la mesa el 30 de octubre–, para evaluar avances en temas como derechos humanos y economía.
“He hecho todo lo posible e imposible para que haya diálogo de paz con la derecha y estoy dispuesto a seguir, pero sin ultimátum, sin bravuconerías”, dijo Maduro horas antes del encuentro, al que envió un documento con su visión de la crisis.
La MUD ha amenazado con retirarse de la mesa y retomar su ofensiva si no se discute la reactivación de un referendo o el adelanto de las elecciones. A la espera de gestos, el 1 de noviembre postergó un juicio sobre la responsabilidad de Maduro en la crisis y una marcha al palacio presidencial de Miraflores. La Justicia dijo que no se puede reactivar el revocatorio.