En el 2005, bajo la presidencia de Nicanor Duarte Frutos, el programa Tekoporã de la Secretaría de Acción Social (SAS) inició sus actividades en cinco de los distritos con mayor porcentaje de población en situación de pobreza extrema, de los departamentos de San Pedro y Caazapá.
Más de una década después, ya son 226 distritos que reciben la asistencia económica y 132.760 familias son las beneficiadas.
De acuerdo con los reportes presentados por la SAS, el Ministerio de Hacienda y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), las transferencias condicionadas de este programa repercutieron a nivel distrital en salud, en un 4% de aumento en vacunación de difteria, tos convulsa y tétanos; 1,5% de aumento en los controles prenatales; una caída de entre 40 y 80% en la tasa de mortalidad materna. Asimismo, se evidenció un aumento en nacidos vivos por nacimientos en madres adolescentes.
En lo que hace al ámbito educativo, hubo un 2% de aumento en la tasa de matriculados; caída en la tasa de repitentes entre el 7% y 15% ; y un 6% a 8% de caída en la tasa de abandono escolar. Asimismo, en el aspecto económico, se registró un incremento del 25% en la formalidad laboral.
Haciendo el análisis a nivel individual (ciudadanos protegidos) en salud, se nota un 8% de crecimiento en la tenencia de carnet de vacunación; 25% de incremento en la cantidad de controles prenatales; 3% de aumento en la asistencia a los centros de salud y un alza del 24% en cantidad de veces en que el niño asiste a los centros de salud. En educación se dio un 13% de incremento en la asistencia a clase, se notó la reducción en la edad en que se realiza primer grado y hay un crecimiento en el nivel educativo alcanzado.
POSITIVO, pero falta. La economista Verónica Serafini manifestó que se evidencia que los resultados del programa son alentadores. Dijo que es la segunda evaluación de impacto con resultados positivos. No obstante, mencionó que las políticas de salud y educación tienen que mejorar para poder reforzar los alcances de Tekoporã.
“Para que un programa así funcione y tenga un impacto del 100% necesita de otro tipo de políticas, para que los niños y niñas permanezcan en la escuela hasta el final de 12 años que sería educación media y en condiciones de buena salud. Tekoporã tiene impacto, pero necesita otras políticas importantes, en donde hay déficits. Necesitamos mejorar la calidad de la educación y el acceso a la salud”, puntualizó.
Añadió que se tiene que complementar con programas que estén relacionados con generación de ingresos (empleos) para los adultos, de manera a cerrar el círculo.