El nuevo jefe de Gabinete del Gobierno argentino, Aníbal Fernández, quien asumió este jueves el cargo en sustitución de Jorge Capitanich, aseguró que en el dictamen emitido ayer por el magistrado Daniel Rafecas “lo que termina diciendo el juez es que no se puede salir por otra puerta que no sea el derecho”.
Rafecas, encargado de la causa sobre la denuncia presentada por Nisman cuatro días antes de morir, desestimó ayer las acusaciones de presunto encubrimiento a terroristas contra la presidenta, el canciller argentino, Héctor Timerman, y a varios dirigentes oficialistas de presunto encubrimiento a terroristas iraníes.
En su dictamen, el magistrado consideró que no existen evidencias para iniciar una causa penal.
Nisman, fiscal especial de la causa sobre el atentado contra la mutualista judía AMIA, que dejó 85 muertos en 1994, murió el pasado 18 de enero de un disparo en la sien en su domicilio, en circunstancias aún no aclaradas.
En la denuncia, Nisman identificaba a la presidenta, al canciller, Héctor Timerman, y a varios colaboradores oficialistas como presuntos responsables de haber orquestado un plan para exculpar a los presuntos sospechosos iraníes del ataque contra la AMIA, a cambio de intensificar relaciones comerciales con el país persa.
El fiscal Gerardo Pollicita tomó la denuncia y el pasado 13 de febrero solicitó a Rafecas la imputación de Cristina Fernández y del resto de señalados por Nisman.
Aníbal Fernández tildó la demanda presentada por Nisman de “ridícula y bochornosa” y aseguró que contiene “aberraciones” hasta en “la forma en la que utiliza los tiempos de los verbos”.
“Es tan burda, insensata, poco profesional” que parece estar “hecha por un lego, por alguien que no conoce el derecho”, recalcó el jefe de ministros.
Además, estimó que, en caso de que la resolución de Rafecas sea apelada, la Cámara Federal, “seguramente se expedirá en los mismos términos” ya que “no hay otra posibilidad”.
