Así lo expresó el jefe de Gabinete de Ministros, Marcos Peña, en declaraciones a radio Cadena 3 durante una visita en la provincia central de Córdoba, y posteriormente difundidas por la Presidencia de la República.
“Nosotros no nos dedicamos a difundir nuestras encuestas, pero sentimos que hay una mayoría que apoya a este Gobierno”, afirmó Peña, un día después de que un sondeo difundido por el diario Clarín y realizado por la consultora Management & Fit reveló que el 43,1 % de los argentinos considera que la gestión realizada por Mauricio Macri fue negativa o muy negativa.
Según ese mismo informe, solo el 25,9 % la ve positiva, y más de la mitad de la población (51,6 %) cree que el mandatario, que el próximo sábado cumplirá un año como presidente en ejercicio, no está cumpliendo sus promesas de campaña.
“Estamos agradecidos por el acompañamiento que todos los argentinos nos han dado y lo que más pedimos, llegando al balance de este fin año, es que entendamos este espíritu de diálogo y de que no nos creemos dueños del poder”, remarcó el jerarca.
Peña subrayó que el país todavía está atravesando “una transición económica difícil”, ya que “lo primero” que tuvo que hacer el Ejecutivo fue “evitar una gran crisis, con cero reservas, en default -cese de pagos-, con cinco tipos de cambio, distorsiones de precios, con el campo pisoteado y sin poder arrancar y con una economía cerrada”.
“Y hoy, a menos de un año, se han sentado las bases para poder crecer, con recuperación del salario real, recuperación del consumo y con una inflación más baja”, aseveró.
Tras considerar que se está haciendo “un camino de gradualidad necesario”, Peña apuntó que “hay un plan de trabajo” que se está siguiendo “en torno a una economía que se prepara para crecer, con la puesta en marcha del campo”, que según matizó, es uno de los principales motores de Argentina, así como con las políticas “para cuidar a los sectores más vulnerables”.
Además, afirmó que 2016 “fue un año de sinceramiento y de trazar un camino de baja de déficit fiscal para que sea sostenible económico y financieramente” en un país que “venía de un gran descalabro social, económico y político”.
“Somos conscientes de que el camino es duro, pero vamos por el camino correcto y hay una gran esperanza de que vamos a estar mejor”, consideró.
El jefe de Gabinete sostuvo que la mayoría de los argentinos entiende que “este ha sido un año duro en lo económico, pero claramente tiene una actitud de apoyo y de esperanza hacia el Gobierno”.
No obstante, reiteró que “no hay atajo posible en la Argentina” y argumentó que el desafío pasa por consolidar “un rumbo de corto, mediano y largo plazo que ponga en marcha la máquina” para que el país crezca.