El acuerdo, cerrado tras dos años de negociaciones formales e informales, fue firmado por el asesor de Seguridad Nacional, Hanif Atmar, y Muhammad Amin Karim, representante del HIA, grupo liderado por el polémico señor de la guerra y ex primer ministro Gulbuddin Hekmatyar, con vínculos con los talibanes y la red Al Qaeda.
El acuerdo que se firmó en su etapa inicial hoy permitirá el regreso de Hekmatyar a Kabul, que hará una firma formal junto al presidente, Ashraf Gani.
Atmar indicó que esperan que los dos líderes “puedan suscribir el acuerdo pronto”.
El pacto, que cuenta con tres capítulos y 25 artículos, supondrá la “amnistía” para las actividades del grupo insurgente durante los últimos 14 años, compromete al Gobierno a la repatriación “digna y sustentable” de las familias de HIA y la liberación de prisioneros que no hayan cometido crímenes.
Por su parte, el HIA acepta la Constitución afgana y desmovilizar todos sus grupos armados, acabando con su actividad militar y armada en el país.
Además, Atmar señaló que el HIA se compromete también a “cortar todos sus lazos con grupos terroristas y extremistas”, particularmente aquellos involucrados en la lucha contra el Gobierno afgano.
El representante del Gobierno destacó que la comunidad internacional ha apoyado este acuerdo y ha prometido ayudar a Afganistán a retirar las sanciones contra el HIA y facilitar la situación para que este proceso pueda ser completamente exitoso.
“Tras la firma final, inmediatamente daremos pasos para eliminar las sanciones contra los miembros de Hezb-e-Islami”, dijo.
El vicepresidente del gubernamental Alto Consejo para la Paz, Habiba Surabi, indicó al dar lectura a un comunicado conjunto que el “el proceso de paz fue completado de manera exitosa, y firmado por las dos partes hoy”.
El pacto con el HIA es el único progreso que ha logrado el Gobierno en su intención de llevar a los actores del conflicto armado afgano a la mesa de negociación y a un proceso de paz que acabe con años de conflicto.
El Grupo a Cuatro, que Afganistán forma junto a Pakistán, China y Estados Unidos, lanzó a finales del año pasado una iniciativa para trazar un plan de paz que ponga fin al conflicto que comenzó en 2001 con la invasión estadounidense y la caída del régimen talibán, una opción que este último grupo armado ha rechazado reiteradamente.