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CARACAS - VENEZUELA
La convulsionada Venezuela parece estar cayendo en una etapa más volátil de protestas después de que fuerzas antigubernamentales robaran armas durante un asalto el domingo a una base militar, y mientras aumenta la frustración sobre los que algunos ven como un ineficiente liderazgo opositor.
La instalación la semana pasada de una todopoderosa asamblea constituyente integrada por aliados del partido gobernante, pese al rechazo en casa y en el exterior, dejó a muchos venezolanos con la sensación de que no hay más opciones democráticas para oponerse al mandatario Nicolás Maduro. Ese sentimiento podría haber ayudado a detonar el domingo el ataque a un cuartel en Valencia por parte de soldados y civiles armados, en el que murieron dos personas según el Gobierno. Las autoridades venezolanas dicen que están buscando a 10 de los atacantes que escaparon con armas.
En un video pregrabado, el grupo de más de una docena de hombres vestidos con uniformes tipo militar dijo que buscaba restablecer el orden constitucional y solicitó la formación de un gobierno de transición. El ataque invocaría el fantasma de una rebelión o aumentar los ya preocupantes niveles de violencia en el país de 30 millones de personas, que atraviesa una crisis económica y situaciones de caos.
Incluso antes de los ataques del domingo, la consolidación del poder de Maduro dejó a muchos manifestantes desilusionados con lo que ven como una coalición opositora egoísta que se pelea internamente.
Muchos opositores más radicales se sintieron traicionados cuando sus líderes parecieron titubear sobre su estrategia y pospusieron una protesta la semana pasada. Y la treintena de partidos de oposición no se ha puesto de acuerdo sobre si participar o no en elecciones de gobernadores a fines del 2017.