En junio de 2014 empezaron la construcción de 40 viviendas en el barrio Rosado Guazú, en Ypané, a través de la Cooperativa Nuestra Señora de Luján Ltda.; debían estar terminadas para junio de 2015. Pasaron casi dos años y las mismas nunca fueron entregadas llave en mano, como se les había prometido. Esto comentó una de las socias fundadoras de la cooperativa, Gladys Domínguez.
Otros afectados explicaron que, a pesar de ello, 17 casas ya fueron ocupadas, de las cuales solo cinco por los socios fundadores de la Cooperativa de Vivienda por Ayuda Mutua, que fue creada con la finalidad de que el Estado les otorgue un crédito para luego construir la tan anhelada casas propia.
Los socios de dicha entidad presentaron el proyecto a la Secretaría Nacional de la Vivienda y el Hábitat (Senavitat) para la construcción de 40 viviendas, cuyo costo es de G. 4.655.110.797. La Senavitat desembolsó primeramente G. 600.000.000 el 16 de diciembre de 2013, luego 310.376.799 el 14 de febrero de 2014. Posteriormente G. 1.438.920.000 el 2 de abril del mismo año y finalmente G. 2.050.737 el 8 de abril del año 2015.
Incluso, la presidenta Estela Mary Conteiro y la tesorera Nilsa Vaccari de Rodríguez solicitaron una ampliación de la línea de crédito por el monto de G. 3.620.301.640, según mencionan los escritos presentados por Domínguez ante la Senavitat.
Ayuda mutua. Por otra parte, Gladys Zelada, otra de las afectadas, que incluso fue excluida de la lista de beneficiarios por hacer la denuncia de presuntas irregularidades ante la Senavitat, señaló que todos los domingos, de 8.00 a 17.00 tenían que presentarse para hacer los trabajos de albañilería, debido a que era un requisito del proyecto; de lo contrario, se debía abonar la suma de G. 53.000. Esto, de modo a reducir costos.
“Debíamos acarrear ladrillos, hacer mezclas, poner en orden los materiales de construcción, entre otras cosas”, mencionó Zelada.
También añadió que fue excluida de la lista de adjudicados porque ya no pagaba las cuotas en concepto de gastos administrativos y aporte, y porque realizó la denuncia ante la Secretaría.
“Yo no pagaba más porque no veía los beneficios, 12 meses del año 2016 se pagó y la Senavitat solo recibió cuatro meses”, señaló la mujer.
Además, resaltaron que las diez primeras casas se encontraban a medio terminar, 18 casas dúplex contaban con techo, dos estaban sin techo, otras cuatro solo se quedaron con la losa del hormigón y finalmente seis viviendas quedaron sólo con la edificación del primer piso.
Solamente cinco adjudicados decidieron mudarse a las viviendas a medio terminar, ya que no querían pagar alquiler, y otras 12 personas compraron las viviendas en medio de las irregularidades, detalló.
“Ellos colocaron puertas y ventanas, hicieron trabajos de albañilería, y solicitaron contar con energía eléctrica. En cuanto al agua, la cooperativa tiene su propio tanque”, expresó Zelada.
Ante esta situación, las autoridades de la entidad pedían que las facturas de los materiales que ellos compraban hacerlas a nombre de Luján, argumentando que cuando salía la ampliación, a cada uno se le iba a reponer su dinero, cosa que nunca se cumplió, explicó la afectada.
otro caso. En otro proceso de estafa, el barrio San Antonio de Limpio se tenían que construir 35 viviendas a través de la administración de la Cooperativa de Vivienda por Ayuda Mutua Tava Rory Ltda. Nueve familias, cansadas de esperar que las autoridades resuelvan el supuesto fraude, decidieron mudarse el sábado a las viviendas, a pesar de que no están terminadas.