El gremio reaccionó ante la existencia de reclamos de pago en dicho concepto por parte de algunas empresas. La comisión directiva, que preside Ricardo Carrizosa, también dejó en claro que a la fecha no corresponde el abono de dicho sobrecosto, luego de la consulta realizada con la Prefectura General Naval, que aclaró que aún no limita el calado de las embarcaciones a diez pies.
Aclara que ante la previsión de descenso del río Paraguay en los próximos meses del año, una vez que estén dadas las condiciones para el pago, previa negociación, se abone contra la presentación de la factura por el mismo pago efectuado a las compañías dueñas de los buques fluviales.
VIGENTE. Por su parte, el titular del Centro de Armadores Fluviales, Juan Carlos Muñoz, explicó ayer que hay dos aspectos a tener en cuenta en este tema. Dijo que el primero es una aplicación tradicional de recargo por la bajante del río y corresponde a partir de que la navegación se realiza por debajo de los diez pies de calado.
Añadió que los armadores fluviales son libres de actuar y él no puede decirles que cobren o no, pero sí sugerir que todo debe ser negociado con los usuarios.
“De que vamos a tener una situación fea en el río, cuánto van a cobrar, quiénes no, es una cuestión comercial. En ese sentido, como gremio soy muy respetuoso, no me puedo meter”, apuntó.
Muñoz dijo que en este caso lo que corresponde es aplicar cuando se navega con menos de diez pies. “Está en lo cierto el Centro de Importadores del Paraguay”, remarcó. Manifestó que no tiene conocimientos de que alguien quiera cobrar ahora porque el río está en diez pies y que el pronóstico es que “vamos a tener una bajante terrible y muchos problemas de navegación”.