Los observadores del partido de Abdulá no se presentaron en el recuento, un día después de amenazar con boicotear la auditoría si sus demandas técnicas no eran escuchadas, al considerar que el proceso está “influenciado políticamente”.
“Avisamos ayer de que si nuestras demandas no eran escuchadas nuestros observadores no estarían presentes en la auditoría y que boicotearíamos el proceso”, dijo a Efe Mujib Rahman Rahimi, miembro del partido de Abdulá.
Tras el boicot el proceso de recuento continúa, pero sin la presencia de miembros de las dos candidaturas.
“Si los observadores de Abdulá no se presentan no podemos permitir que los de Gani continúen con el proceso. Observadores internacionales y nacionales continúan el proceso”, explicó a Efe el vicepresidente de la Comisión Electoral Independiente afgana (IEC), Abdul Rahman Hotaki.
La crisis política afgana comenzó cuando Abdulá se negó a aceptar el resultado del recuento preliminar de votos de la segunda vuelta electoral de las presidenciales afganas del 14 de junio, que daba como vencedor a Gani, con un respaldo del 56,4 por ciento.
Abdulá, quien ganó la primera vuelta electoral, amenazó entonces con crear un Gobierno paralelo dado el “fraude a escala industrial” preparado por Gani, por el saliente presidente Hamid Karzai y por la Comisión Electoral afgana.
Sin embargo, tras la mediación del secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, que ha viajado en dos ocasiones al país para resolver la situación, los dos candidatos alcanzaron un acuerdo para auditar los votos y crear un Gobierno de unidad nacional liderado por el vencedor.
El recuento de los 8,1 millones de votos depositados en la segunda vuelta de las presidenciales comenzó el 17 de julio y hasta el momento se ha auditado el 72 % de los sufragios en un lento proceso que se ha detenido en varias ocasiones por las diferencias entre los candidatos.
La nueva detención pone en riesgo la toma de posesión presidencial prevista para el 2 de septiembre, lo que impediría la participación del nuevo mandatario en la cumbre internacional sobre Afganistán que se celebrará dos días después en Gales.
