“Considero que no tenemos que ser pesimistas. Como digo, es obligación de nosotros trabajar en la profundización de las relaciones con todos”, dijo el ministro en una entrevista con Efe al ser consultado sobre el riesgo de que se agrave la relación.
El presidente boliviano, Evo Morales, convocó la semana pasada al embajador Kinn como una reacción ante la decisión del Congreso de Brasil de destituir a la presidenta Dilma Rousseff, algo que el gobernante consideró un “golpe parlamentario”.