La relajación final y la endeblez defensiva de los visitantes, pese a la mejora que propició el regreso al once del portero Roman Weidenfeller y el central serbio Neven Subotic, a punto estuvieron de dejar en nada la sobresaliente actuación del media punta Marco Reus en la primera parte.
El internacional alemán, que se ha visto inmerso durante todo el verano en un sinfín de rumores sobre su posible traspaso, aumentó hoy todavía más su cotización con un soberbio partido ante el Augsburgo, que tras la derrota ante el Dortmund cierra la tabla de la Bundesliga.
Reus no sólo volvió a demostrar su capacidad de llegada, al abrir a los 12 minutos el marcador para los visitantes, tras resolver con calidad en el área una bonita combinación con el gabonés Pierre Emerick Aubameyang, sino que exhibió, una vez más, su excelente golpeo de balón.
Precisión que permitió al central griego Sokratis Papastathopoulos poner tres minutos más tarde, en el 15, el 0-2 para el Borussia de Dortmund al rematar de cabeza un lanzamiento de esquina botado por Reus.
Un marcador que los de Juergen Klop parecieron en disposición de poder ampliar en cualquier momento, gracias al excepcional entendimiento entre Reus, Kevin Grosskreutz y Aubameyang, que hoy dejó en el banquillo al fichaje estrella del Borussia, el delantero italiano Ciro Immobile.
Aunque el Borussia tuvo que esperar hasta el tramo final del choque para firmar el tercero, obra del delantero colombiano Adrián Ramos, que no desaprovechó a los 78 minutos un balón muerto en el área local, tras un despeje del portero Marwin Hitz, para anotar el 0-3.
Un resultado que pareció asegurar los tres puntos al Borussia que, sin embargo, decidió complicarse los minutos finales al conceder dos tantos, obra del argentino Raúl Bobadilla (m.82) y el esloveno Tim Matavz (m.90), que ensombrecieron (2-3) el gran partido de Reus. EFE