El BCE subrayó hoy que los bancos normalmente consiguen una licencia para poder desarrollar sus actividades en la zona del euro a los seis meses de haberla solicitado.
Este es el periodo que pueden prever los bancos británicos, muchos de los cuales están en Londres, que quieran trasladar sus actividades a la zona del euro, aunque este periodo puede ser más corto en algunos casos, cuando se solicita la extensión de una licencia que ya existe.
Como resultado del “brexit”, los bancos británicos pueden perder su pasaporte europeo, con el que acceden al mercado único, y por ello deberán solicitar al BCE una licencia para actuar en la zona del euro.
Como mucho el BCE tarda doce meses en decidir si concede una licencia de actuación a un banco.
“El BCE y los supervisores nacionales valoran tener discusiones preparatorias con los bancos interesados en establecer o aumentar su presencia dentro de la zona del euro”, añade la entidad.
Anima a los bancos a realizar estas discusiones en asuntos como la solicitud de una licencia tan pronto como hayan definido los elementos fundamentales de su plan de transformación y reorganización.
Los bancos británicos que quieran operar en la zona del euro deberán poder responder directa e independientemente al BCE o a las autoridades nacionales sobre todas las actividades que afecten al banco y proporcionar información rápidamente.
Los bancos también deberán tener control de su balance y de todas sus exposiciones.
Los bancos británicos deberán solicitar un permiso para poder operar en la zona del euro directamente a los supervisores nacionales, pero luego es el BCE quien toma la decisión, y lo mismo ocurre en el caso de adquisiciones.
El BCE va a informar a los bancos británicos que quieran trasladarse a la zona del euro de qué deben hacer en un taller el 4 de mayo en su sede central, independientemente de cuál sea el país al que quieran mudar sus actividades.
El Banco Central Europeo informó de que ha decidido organizar este taller técnico debido a las numerosas preguntas que han realizado los bancos, tanto al propio BCE como a los supervisores nacionales, sobre las exigencias de supervisión para trasladar actividades a la zona del euro.
El BCE ya informó recientemente de que va a facilitar que los bancos británicos puedan operar en la zona del euro porque no va a comprobar inicialmente sus modelos internos, con la condición de que hayan sido aprobados antes por los reguladores del Reino Unido.
