En la presentación del Programa Macroeconómico 2017-2018, las autoridades indicaron que al término del año la inflación interanual estaría en torno a 0,7 % y que la economía aumentó 4,3 % del producto interno bruto (PIB), 0,4 puntos porcentuales menos en comparación al año anterior, pero superior a la tasa media de los principales socios comerciales del país (2,6 %).
“Durante el 2016 la economía costarricense registró baja inflación y crecimiento económico alto, en comparación con el promedio mundial y, en particular, de Latinoamérica”, dijo en conferencia de prensa el presidente del Banco Central de Costa Rica, Olivier Castro.
El BCCR explicó que estos resultados fueron posibles en un contexto local caracterizado por el escaso avance en la solución del problema fiscal y, en el campo internacional, por mayor incertidumbre influida, por la decisión del Reino Unido de salir de la Unión Europea y el resultado de la elección presidencial en Estados Unidos.
En cuanto a las finanzas públicas, el Gobierno registró menor déficit financiero y primario respecto al año 2015. Esta mejora que en términos del PIB, que fue equivalente a 0,6 puntos porcentuales, estuvo asociada a los esfuerzos administrativos por mejorar la recaudación tributaria y contener la expansión del gasto, explicó Castro.
Datos del Ministerio de Hacienda indican que el déficit fiscal alcanzó al mes de noviembre de 2016 el 4,4 % del producto interno bruto (PIB), inferior al 5 % registrado en el mismo periodo del año pasado.
“La trayectoria creciente (del déficit) introduce riesgos para la estabilidad macroeconómica”, cita el programa presentado a los medios.
El Banco Central realizó un llamado “urgente” para lograr un consenso por parte de los distintos actores de la sociedad costarricense para la adopción de medidas fiscales que permitan mitigar su ascenso.
El Gobierno ha manifestado que ha realizado esfuerzos para resolver el problema fiscal, sin embargo, asegura que las medidas son insuficientes y urge tomar decisiones que conduzcan a la estabilización de las finanzas públicas.
La Administración de Luis Guillermo Solís impulsa en el Congreso varias reformas tributarias que incluyen, entre otras cosas, cambios en el impuesto de la renta y la conversión del impuesto de ventas del 13 % en uno del valor agregado (IVA) del 15 %.