El documento da cuenta que el 51 % de las niñas o adolescentes embarazadas sufren violencia emocional en sus “relaciones de convivencia”.
De igual forma, el 7,8 % de estas menores son agredidas físicamente y un 6,1 % reciben violencia sexual por parte de sus cónyuges.
Las parejas de estas menores de edad embarazadas son mayores en más de 20 y 10 años en un 3,7 % y 13,2 %, respectivamente. El 42,7 % de los cónyuges superan la edad de las menores entre 4 y 10 años.
“Las niñas y las adolescentes unidas están expuestas a enfrentar violencia ejercida por los hombres con quienes conviven y aún así no son protegidas en su derecho a vivir libres de violencia y discriminación”, sostiene la Encuesta sobre Unión y Maternidad en Niñas y Adolescentes en El Salvador 2015.
El mismo estudio recomienda al Estado salvadoreño a “desarrollar campañas nacionales de difusión y sensibilización sobre el contenido de las leyes de violencia e igualdad” para generar un “incremento del uso de estos instrumentos legales”.
También llama a “implementar la estrategia de madres mentoras” con adolescentes “con el propósito de intercambiar experiencias y fortalecer el ejercicio de sus derechos”.
Para el estudio fueron encuestadas un total de 424 menores de edad de un universo de 700 niñas y adolescentes que estuvieron embarazadas en el año 2012.
Otro estudio presentado por el UNFPA a inicios de agosto pasado da cuenta de que cada día del año pasado 69 menores de edad quedaron embarazadas, lo que significa una cada 21 minutos.
El año pasado, 13.146 niñas y adolescentes de 10 a 17 años se inscribieron en control prenatal a nivel nacional, de acuerdo con el Mapa de Embarazos de Adolescentes, los que “muestra la gravedad de este fenómeno”, de acuerdo con la Secretaría de Inclusión Social (SIS).