Se trata de la duplicación de las rutas 2 y 7, que se adjudicó al consorcio integrado por Sacyr (España), Mota Engil (Portugal) y Ocho A (Paraguay), único oferente de la licitación, y la reconstrucción de la Transchaco, que tiene una sola oferta –también de la firma Mota Engil–, que hoy está en evaluación de la propuesta a definirse en breve. El primero se ejecutará bajo la ley de alianza público privada (APP) y el segundo bajo la 5074 “llave en mano”.
Fue durante un almuerzo que se realizó ayer en el Carmelitas Center, donde el titular de la cartera de obras, Ramón Jiménez Gaona, brindó un informe de gestión a empresarios socios del club.
“La lógica de la existencia de competencia ahí no existió, era tomarla o dejarla”, cuestionó a Jiménez Gaona, Yan Esperanza, presidente del grupo que aglutina a empresarios.
Jiménez Gaona respondió que esto se debe a que Paraguay recién está entrando en el radar del capital internacional. “En enero del 2013, hicimos nuestra primera emisión de bonos soberanos en el mercado internacional, no somos conocidos, no tenemos una historia de cumplir nuestros contratos con respecto a APP o llave en mano, e incluso en el pago de los bonos soberanos. Todavía no somos grado de inversión, entonces hay incertidumbre”, expresó.
Esperanza, nuevamente agregó que cuando Paraguay emitió los bonos, consiguió tasas bastantes competitivas, lo que demostró la confianza de los inversores. Sin embargo, esto no pasó con los proyectos de infraestructura.