La reunión tendrá lugar a las 9.00, en la residencia del intendente de Yhú, Arturo Jara, según trascendió.
También fueron convocados para el encuentro el ministro del Interior, Tadeo Rojas; el fiscal general del Estado, Javier Díaz Verón; el ministro de Agricultura, Juan Carlos Baruja; el presidente del Indert, Justo Cárdenas, entre otras autoridades.
El segundo del Ejecutivo estaría suscribiendo compromisos con los labriegos, como el de la creación de una colonia modelo, según se supo.
El dirigente labriego Andrés Brizuela contó que unos 15 campesinos fueron designados para participar en el encuentro con las autoridades.
La intención del Poder Ejecutivo es adquirir tierras para asentar a las 200 familias campesinas que fueron desalojadas en setiembre pasado en Guahory, y dotarles de todos los servicios básicos, además de asistencia crediticia y técnica para la producción agrícola sustentable.
Todavía no disponen de las tierras, pero hay ofertas concretas que están siendo analizadas.
El Indert recibió 15 ofertas de venta, de las cuales, siete fueron preseleccionadas. De estas siete ofertas se desprenden dos, que de acuerdo con la institución, reúnen las mejores condiciones agrológicas. Una de ellas es la de España Informática, ya descartada por los campesinos.
Esta propuesta quedó desechada, ya que, de acuerdo con los dirigentes campesinos que verificaron in situ la propiedad, las tierras no sirven para la agricultura familiar campesina.
En los próximos días, los labriegos verificarán otra propiedad en la localidad de San Joaquín. Son 1.445 hectáreas pertenecientes a la Industrial Maderil, de Juan Altieri, presidente de la Federación Paraguaya de Madereros (Fepama) y vicepresidente de la Unión de Gremios de la Producción (UGP).
Tensión. En la colonia Guahory, ubicada en el distrito de Tembiaporã, se percibe un ambiente caldeado desde setiembre pasado, cuando más de 200 familias campesinas fueron desalojadas.
Los colonos se preparan para plantar soja, y piden protección policial para ese trabajo. Por otro lado, los campesinos manifiestan que no dejarán a los colonos plantar.
Ambos grupos, el de los colonos brasiguayos y el de los campesinos, persisten en el lugar entre constantes amenazas de muerte.