“Una iniciativa parlamentaria cuyo objeto es dinamizar al cañero y que tenga salida de su producto, porque con azúcar nomás no va a mejorar su vida”, sostuvo Gustavo Leite en contacto con Radio Monumental.
El objeto de la ley es fomentar a nivel nacional el consumo del alcohol, mientras que las distribuidoras o emblemas de combustibles deberán garantizar la cobertura nacional de servicios que aseguren la disponibilidad y el acceso a las bocas de expendio de combustible tipo flex (85% de alcohol absoluto y 15% de nafta no inferior a 85 octanos o aquella proporción que establezca la reglamentación que rija sobre la materia) o de alcohol carburante.
Leite añadió que de, este modo, se generará la industrialización del sector alcoholero y más de 30 mil productores podrán asegurar sus productos.
“Con la ley se busca un equilibrio y tener un programa alcoholero. Creo que esta ley tiene mucho sentido, seriedad, habla preferentemente de caña, una vez agotado, utilizar otra fuente. Esta iniciativa vino de la Cámara de Senadores, vemos que tiene buenas intenciones, por eso acompañamos”, sostuvo Leite.
Por su parte, el presidente de Copetrol, Blas Zapag, afirmó categóricamente que la producción de alcohol solo a partir de la caña dulce no es sustentable económicamente y, de ninguna manera, se puede llegar a los precios que hoy se manejan, de G. 3.000 por litro, cuando realmente está por encima de los G. 5.000. Dijo que de llegar a esto, podría encarecer G. 500 por litro las naftas.
El empresario aseveró que se debe permitir el procesamiento en paralelo de la caña de azúcar y cereales para producir el alcohol absoluto para la mezcla con las naftas.
Estimó que cada industria evaluará qué hacer y, si no dan los números, no producirá alcohol. “Si yo veo que no resulta, no me pueden obligar. Tal vez se pueda hacer correcciones en la reglamentación”, concluyó.