Con el primero fue una negociación que viene de meses, y fue el efrainismo el que consiguió adherir a Rojas.
Pero con Alvarenga, quien es resistido por los propios aliados de Efraín, la cosa es distinta. Muchos no olvidan que precisamente Alvarenga había sido una ficha fiel del cartismo en varios periodos y que, además, durante las internas, tildó de “rata” a Alegre. Alvarenga se había descargado y hablado a favor del llanismo: “Por lo visto, Alegre pronosticaba y esperaba que el Partido desaparezca del escenario político, que los resultados sean negativos, y por eso se escondió, porque las ratas corren, porque eso es cobardía”, había dicho tirando más leña al fuego.