“La situación en Venezuela empeora. Uno de los aspectos a tomar en cuenta en caso de adoptar sanciones petroleras son los efectos que tendría sobre la población y si ese sería un paso que ayude a llegar al final, a acelerar el final”, dijo Tillerson en una rueda de prensa junto con su homólogo argentino Jorge Faurie. “Porque no hacer nada es también pedirle al pueblo de Venezuela que siga sufriendo durante mucho más tiempo”, añadió.
Venezuela cuenta con las mayores reservas petroleras del planeta. Estados Unidos es el principal cliente de Venezuela, al que compra 750.000 de los 1,9 millones de barriles diarios de su producción.
“Obviamente, sanciones petroleras –la prohibición de exportar petróleo a EEUU o que EEUU deje de vender crudo o productos refinados a Venezuela– es algo que seguimos considerando”, refirió Tillerson.
El secretario de Estado reconoció que en caso de aplicar sanciones petroleras, Washington tendría también que evaluar cómo mitigar el impacto sobre los intereses de Estados Unidos. AFP