Washington, que preside durante abril el Consejo de Seguridad, quiere organizar esa sesión el próximo día 18, pero por ahora no la ha incluido en el calendario del órgano, ante las dudas que la idea plantea a algunos países.
“No lo ven en el programa de trabajo porque algunos de mis colegas todavía tienen problemas con ello, pero esperamos tener el debate (...) y estamos trabajando con nuestros amigos para asegurar que podemos lograr una solución”, dijo a los periodistas la embajadora estadounidense, Nikki Haley.
Rusia dijo hoy que está abierta a discutir, pero reiteró su postura de que este tipo de asuntos deben tratarse en el Consejo de Derechos Humanos, con sede en Ginebra.
Varios países, incluido otro miembro permanente del Consejo de Seguridad como China, coinciden en esa postura, aunque el embajador chino, Liu Jieyi, dijo hoy a los periodistas que espera que se logre un compromiso.
Si finalmente EE.UU. propone celebrar el debate, cualquier otro miembro podría solicitar un voto de procedimiento para tratar de frenar su inclusión en la agenda.
Para tratar la cuestión, Washington necesitaría el voto favorable de al menos otros ocho países del Consejo, que tiene quince miembros.
A priori, EE.UU. dispondría de ese apoyo, pues su tesis se ha impuesto en el pasado en votos de este tipo para que el Consejo de Seguridad abordase la situación de los derechos humanos en Corea del Norte.
Según Haley, su objetivo es discutir de forma general la relación entre los derechos humanos y los conflictos y, en ningún caso, utilizar la sesión para criticar a países en concreto.
