“Estados Unidos no ha recibido ninguna petición oficial del presidente Duterte ni de ningún otro funcionario filipino para alterar ninguno de los aspectos de nuestra cooperación bilateral”, aseguró el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, en su conferencia de prensa diaria.
“De hecho, hoy comienzan nuestros ejercicios militares conjuntos anuales con las Filipinas, un ejemplo de la fuerte alianza que tenemos. Es una alianza robusta y beneficia a los dos países”, añadió.
Durante una conferencia en Manila, Duterte se dirigió hoy al presidente estadounidense, Barack Obama, y le dijo “te puedes ir al infierno” por haber criticado su campaña contra las drogas, en la que han muerto más de 3.500 personas.
“Voy a reconfigurar mi política exterior. Finalmente, puede que corte lazos con América. Prefiero ir a Rusia o a China. Aunque no compartamos la ideología, tienen respeto por nuestro pueblo”, aseveró Duterte, que también anunció que quiere poner fin a las maniobras militares que se hacen regularmente desde 2001.
El portavoz de la Casa Blanca opinó que los comentarios de Duterte “no encajan con la cálida relación que existe entre los pueblos estadounidense y filipino”, pero evitó criticar abiertamente a Duterte.
No obstante, aseguró que “Estados Unidos no dudará en seguir planteando sus preocupaciones sobre las ejecuciones extrajudiciales” dentro de la campaña contra las drogas en Filipinas, algo que le sigue “preocupando profundamente”.
“El uso de ese tipo de tácticas es completamente incoherente con los derechos humanos universales y los valores compartidos de nuestros dos países. Y valoramos nuestra fuerte alianza con las Filipinas, pero no guardaremos silencio sobre nuestras preocupaciones respecto a esto”, subrayó Earnest.