MANILA - FILIPINAS
El secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, dejó ayer abierta la puerta para el diálogo con Corea del Norte, al decir que Washington estaba dispuesto a hablar con Pyongyang si ponía fin a una serie de recientes lanzamientos de misiles.
Los comentarios de Tillerson, realizados en un foro de seguridad regional en Manila, marcan el último intento de EEUU por frenar el programa nuclear y de misiles de Pyongyang tras meses de dura retórica del presidente estadounidense, Donald Trump.
El Consejo de Seguridad de la ONU impuso el sábado su más dura ronda de sanciones contra Pyongyang por sus dos pruebas intercontinentales de misiles balísticos realizadas en julio.
Pero Tillerson pareció más conciliador ayer.
“Cuando las condiciones sean correctas, podemos sentarnos y dialogar sobre el futuro de Corea del Norte, para que se sientan seguros y prosperen económicamente”, dijo Tillerson a periodistas.
“La mejor señal que Corea del Norte puede darnos de que están dispuestos a hablar sería detener estos lanzamientos de misiles”, dijo Tillerson, que agregó que otros medios de diálogo estaban abiertos a Pyongyang. “No hemos tenido un periodo prolongado en el que no hayan tomado algún tipo de acción provocativa al lanzar misiles balísticos”.
Los intentos del gobierno de Trump por presionar a Corea del Norte para que abandone sus ambiciones nucleares hasta ahora han tenido pocos resultados. Pyongyang, en cambio, solo intensificó sus pruebas, realizando 2 ensayos intercontinentales de misiles balísticos el mes pasado.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas impuso por unanimidad nuevas sanciones a Corea del Norte el sábado con el objetivo de presionar a Pyongyang para que ponga fin a su programa nuclear.
Las sanciones podrían ahogar aún más la atribulada economía de Corea del Norte al reducir en un tercio sus ingresos por exportaciones, que alcanzan anualmente los 3.000 millones de dólares.