Funcionarios de la Casa Blanca y el Pentágono insistieron en que la pausa en los esfuerzos para entrenar a los rebeldes sirios fuera del territorio de ese país les permitiría reenfocar sus esfuerzos en otros lugares. “Hemos tenido algunos desafíos significativos”, dijo Christine Wormuth, subsecretaria de Política de Defensa. “Así que vamos a poner en pausa el entrenamiento que estamos haciendo donde reclutamos a combatientes individuales específicos”, agregó.
Pero, en la medida en que la estrategia en Siria del presidente Barack Obama va de un fracaso en otro, la suspensión del programa de 500 millones de dólares para entrenar y equipar a rebeldes resulta embarazosa. Los enemigos políticos de Obama, como el congresista republicano de Texas Mac Thornberry, que preside el Comité de las Fuerzas Armadas de la Cámara de Representantes, no demoraron en reaccionar. “El Gobierno tuvo una política débil e inadecuada contra el EI”, dijo. afp