Los concejales asuncenos aprobaron en general la ordenanza de “Reglamento General de Prevención contra Incendios para la Seguridad Humana”. Su estudio en particular se realizará dentro de los próximos 30 días.
El edil Carlos Galarza explicó que con esto se incorpora innovación tecnológica y normas internacionales de referencias y complementos para las edificaciones en Asunción.
Se plantea que la jefatura contra incendio sea una dirección que disponga de mayores recursos, infraestructura y personal para la prevención de siniestros, ya que actualmente solo unos 15 fiscalizadores se encargan de las verificaciones en toda la capital del país.
En cuanto a innovación tecnológica se pretende entre otras medidas incluir el detector de humo y rociadores en los edificios, en las áreas comunes, desde la cuarta planta para arriba.
Galarza considera que luego de la tragedia del Ycuá Bolaños mejoraron los sistemas de prevención, especialmente luego de la promulgación de las medidas alternativas del 2010. Sin embargo solo el 50% cumple con las normas, lamentó.
Un comité conformado por la Universidad Nacional de Asunción (UNA), Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción (UCA), la Cámara Paraguaya de la Construcción (Capaco) así como empresarios de acondicionadores, arquitectos y bomberos participan en el proyecto.
El capitán Rubén Valdez dijo que el mayor desafío es la aplicación y control de la normativa. Considera que se debe contar con profesionales más especializados en los sistemas contra incendios.
Para el voluntario, en los últimos 10 años mejoraron los sistemas de prevención, especialmente en los supermercados, donde se realizaron incluso simulacros.
Sin embargo, en los edificios habitacionales a pesar de contar registrar una mejora en las instalaciones no se está trabajando en el mantenimiento de los sistemas. “Estamos fracasando en eso”, expresó.
En el 2004 el mayor incendio ocurrido en Paraguay produjo la muerte de 400 personas en el supermercado Ycuá Bolaños. Desde entonces se generaron varios debates sobre la necesidad de implementar medidas de seguridad contra siniestros.
A 10 años del suceso los sobrevivientes y familiares de víctimas continúan reclamando la reparación de daños al dueño del local comercial, Juan Pío Paiva, quien se encuentra recluido en Tacumbú.