“Hay cámaras en todas partes. Es una de las embajadas más espiadas en el mundo”, dijo el canciller Guillaume Long durante una rueda de prensa en Ginebra, donde se celebra una sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
“Hay que tener mucha suerte para poder hacer una llamada telefónica desde el interior de la Embajada. Internet está constantemente interrumpido. Todo está pirateado. Es un entorno realmente hostil cada día para Assange”, afirmó el canciller ecuatoriano.
El creador de WikiLeaks, de 44 años, ingresó hace cuatro años –el 19 de junio de 2012– a la Embajada de Ecuador en Londres para evitar su extradición a Suecia para ser interrogado sobre presuntos delitos sexuales, que él niega.
Assange asegura que el pedido sueco es una maniobra para ser entregado a Estados Unidos, donde teme ser condenado por haber filtrado en 2010 a través de WikiLeaks unos 500.000 documentos confidenciales sobre Irak y Afganistán y 250.000 comunicaciones diplomáticas, que pusieron en aprietos a Washington.
El canciller ecuatoriano dijo que el estado de salud de Assange se degrada y aludió a un serio problema en un brazo, aunque sin dar detalles.
En mayo, las autoridades suecas decidieron mantener una orden de detención europea contra Assange, en desacuerdo con un panel de la ONU que consideró que el fundador de WikiLeaks era víctima de una “detención arbitraria”. El Reino Unido también rechazó este dictamen, que no tiene carácter vinculante. AFP