En la noche del miércoles, previa al inicio del primer grande del año, Johnson se cayó de espaldas en las escaleras de la casa donde se aloja con su familia en Augusta al resbalarse mientras jugaba con su hijo Tatum.
“Sufrió una caída grave y está descansando, aunque con bastante incomodidad. Espera poder jugar mañana”, había anunciado David Winkle, el agente de Dustin Johnson, que posteriormente señaló el “moderado optimismo” y finalmente confirmó su participación.
La recuperación de DJ, como lo llaman sus compatriotas, contrasta con la ausencia de la estrella Tiger Woods, que sigue arrastrando problemas de espalda y no participará por segundo año consecutivo en el Masters de Augusta.
Woods ganó su último grande en el Abierto de Estados Unidos de 2008 en Torrey Pines con una pierna rota. Una hazaña que podría emular esta semana Dustin Johnson si supera las molestias en la espalda, aunque tendrá que empezar el torneo con tres cuartas partes de su potencia, siguiendo las instrucciones de su fisioterapeuta.
Cuando DJ se preparaba para salir al campo junto a sus compatriotas Jimmy Walker y Bubba Watson, varios grupos de la mañana habían concluido la primera ronda y el belga Thomas Pieters lideraba la clasificación provisional con cinco golpes bajo el par, seguido de cerca por el estadounidense Rickie Fowler.
Juan Luis Guillén