Se trata del encuentro del lunes pasado en el que habían convocado al ministro del Interior, Francisco De Vargas, al fiscal general Javier Díaz Verón y al comandante de la Policía, Críspulo Sotelo.
Trascendió que los encargados de la seguridad se mostraron desesperados por la presencia de Jarvis Pavão, y que supuestamente Eduardo Petta había sugerido el indulto para que sea extraditado al Brasil.
Masi intervino para cuestionar las mentiras del ministro del Interior al instalar que supuestamente su colega defiende a un narcotraficante.
“Vimos al ministro del Interior, al fiscal y al comandante manos arriba ante los narcos. Esa fue la realidad. Eso fue lo que dijeron”, refirió.
Detalló que al ser consultados por qué no se hacen cambios en la Policía y en la Fiscalía, la respuesta fue que igual “se iban a corromper”.
“No pueden controlar plata narco”, dijo escandalizada.
Reveló que De Vargas admitió que Pavão es un grave problema para la seguridad de la República, que desestabiliza el país, y que no encuentran la manera de que se vaya, y que querían saber cómo acortar el plazo para su extradición.
Alegó que en ese momento fue que Petta consultó sobre el indulto para que aborde un avión y se lo envíe a Brasil a cumplir su condena.
“Mediáticamente le quieren hacer quedar a Petta como que quiere el indulto de un narco”, remarcó. Se refirió a Pavão como el “santo patrono” ya que supuestamente posibilitó la liberación de Arlan Fick, quien había sido secuestrado por el EPP.
Alfonso intervino pidiendo disculpas “por verme envuelto en esta tediosa, larga, cada vez más larga, sesión de cháchara”, con tono irónico. Habló de onanismo mental que envuelve a sus colegas y sugirió buscar lugares apropiados para hacer proselitismo.
Masi culpó al oficialismo de filtrar la conversación y consideró grave porque se montó toda una campaña contra Petta. Alegó que hay gente del Gobierno que no quiere que se vaya Pavão. “El gataflorismo es una situación que a mí me preocupa”, fue el retruque de Alfonso.