Marc André Didier es el propietario de la aeronave que llegó a Paraguay con dos mexicanos como pasajeros y dos tripulantes. “A él no se le contrató para que pueda transportar cargas, sino por terceras personas como un viaje de placer a Paraguay”, explicó su abogado, Pedro Alcaraz.
En el país recibió la notificación el martes pasado de que debía declarar ante la Fiscalía sobre la incautación de lingotes de bronce con un volumen de 500 kg. La audiencia duró cinco horas y, según el abogado, su cliente intentó explicar las circunstancias del viaje, pero el fiscal Emilio Fuster no lo quiso escuchar y le aclaró que él no estaba involucrado en el caso.
Luego se constató que algunos de los lingotes contenían oro y, tras las pericias en el Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi, la Fiscalía ordenó la captura de cuatro personas, entre ellas Didier.
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Por la noche, el belga vio que frente a la habitación del hotel donde se hospedaba estaban unos policías. Llamó a su abogado y este acordó con los uniformados que ante la falta de una orden de allanamiento para ingresar al lugar, su cliente se entregaría voluntariamente al día siguiente para colaborar con la investigación.
Sin embargo, cuando se trasladó al restaurante para desayunar este jueves, fue detenido.
Alcaraz manifestó en Monumental AM 1080 que se siente sorprendido por el actuar de Fuster. “Yo me estoy quedando como estúpido ante extranjeros”, se lamentó.
Advirtió que cuenta con elementos suficientes para recusarlo, pero fue el propio fiscal quien se inhibió del caso.
Los lingotes fueron incautados el 8 de agosto en el aeropuerto Silvio Pettirossi. También se ordenó la captura del despachante de Aduana que intervino en este caso -quien también ya fue detenido- y del representante de la empresa Import-Export Cristal del Este SA, que sería propietaria de la carga.