El mensaje leído ante la prensa en el Palacio de Alvorada repasó su carrera política, su tiempo de prisión y tortura durante la dictadura (1964-1985), y exhortó a los senadores a defender la democracia, a nueve días de que comience la etapa final del juicio, que según indican los sondeos, terminará con el ciclo de más de 13 años de la izquierda en el poder.
“Pido a los senadores que no realicen la injusticia de condenarme por un crimen que no cometí. No existe injusticia más devastadora que condenar a un inocente (...) Será necesario que el Senado cierre el proceso de impeachment, reconociendo ante las pruebas irrefutables que no hubo crimen”, señaló.
Rousseff, una economista y ex guerrillera marxista de 68 años, prometió que si escapa a su destitución convocará a un plebiscito para que los brasileños decidan si quieren anticipar las elecciones presidenciales, previstas originalmente para 2018.
Elegida en 2010 y reelegida en 2014, la primera mujer en presidir Brasil está acusada de violar la Constitución al autorizar gastos a espaldas del Congreso y fue reemplazada interinamente por su vicepresidente Michel Temer, a quien señala como la mano que está detrás de lo que llama un golpe parlamentario.
“Brasil vive uno de los más dramáticos momentos de su historia (...) Daré mi apoyo irrestricto a la convocatoria de un plebiscito con el objetivo de consultar a la población sobre la realización anticipada de elecciones”, anunció Rousseff en su misiva titulada Mensaje al Senado y al pueblo brasileño.
“Si se consuma el impeachment sin crimen de responsabilidad, tendríamos un golpe de Estado. El colegio electoral de 110 millones de electores sería sustituido por 81 senadores”, dijo. afp