La presión ejercida desde el oficialismo colorado, en favor del presidente Horacio Cartes, para habilitar la reelección vía enmienda en el Congreso pasó a la cancha de los liberales donde, precisamente, ya se comentaba que dos de sus integrantes, las senadoras Blanca Fonseca y Zulma Gómez, iban a ocasionar fugas en la bancada del PLRA. Justamente ambas se ausentaron en la sesión del 25 de agosto cuando la mayoría opositora “madrugó” al cartismo
La senadora Fonseca señaló que es prematuro adelantar ahora el sentido de su voto, en tanto no tenga el proyecto en frente. No obstante, dijo que analizará una vez que el proyecto obre en su poder.
“No se por qué tanto la gente se preocupa del sentido de mi voto. Vamos a esperar el proyecto, analizar y estudiar”, manifestó.
Agregó que no se dejará llevar por el mandato de su partido contra la reelección ya que tiene un criterio formado desde el 2009. Sumó a esto de que como parlamentaria tiene libertad de acción. “El mandato imperativo del partido no puede estar por sobre el representativo, además son atribuciones personales que tenemos como parlamentarios y creo que como liberales radicales auténticos, que hablamos sobre el respeto a las leyes y a la Constitución Nacional, deberíamos tratar también este tema”, resaltó.
A su turno, la senadora Zulma Gómez, quien fue consultada acerca de si apoyará o no que se habilite la reelección para este periodo, guardó silencio. Ya en plenaria se despachó contra los que critican haber aparecido con Cartes en Alto Paraná, durante inauguración de viviendas. “Una fotografía con el presidente ha generado un histerismo colectivo en el efrainismo y en la disidencia colorada, que por poco no se cortan las venas, no se suicidan”, refirió.
Se lanzó contra Efraín Alegre y contra el senador Carlos Amarilla. Negó que haya intenciones de Alegre de unir al partido, y en cambio lo tildó de “sepulturero del PLRA”. "(Estoy) preparada para que me sancionen o que me expulsen para que la gente sepa quién divide al Partido Liberal”, enfatizó.
El 25 de agosto pasado se había rechazado un proyecto de enmienda en el Senado en una sorpresiva sesión en la que la mayoría compuesta por colorados disidentes y algunos opositores madrugaron a los oficialistas. Los senadores dicen que el proyecto de enmienda debe esperar un año a que sea tratado.