El último de los arrestos tuvo lugar a primera hora de la tarde local en el centro de la ciudad palestina de Hebrón, en la Tumba de los Patriarcas (Mezquita de Ibrahim para los musulmanes y Cueva de Majpelá para los judíos), cuando agentes israelíes que custodian el lugar vieron a un joven al que consideraron sospechoso, le dieron el alto y le cachearon, encontrando un cuchillo en sus ropas.
En el interrogatorio, el hombre confesó que quería llevar a cabo la acción en venganza por la muerte de su primo por disparos de fuerzas israelíes cuando perpetró un ataque con arma blanca hace seis meses.
Horas antes, una mujer palestina de 20 años fue detenida en el puesto militar de control de Qalandia, principal cruce entre Jerusalén y Ramala, al encontrarse un cuchillo en su bolso, dijo Samri.
Por otro lado, la investigación preliminar del suceso en el que soldados del Ejército mataron a un joven palestino el pasado viernes cuando se acercó a un puesto de control militar indica que este no suponía amenaza alguna para los soldados cuando fue abatido, señala hoy el diario “Haaretz”.
Soldados israelíes dispararon a Iyad Hamed -de 38 años, casado y con tres hijos- cuando le vieron correr “de forma sospechosa” hacia otro grupo de militares a las afueras de la localidad de Silwad (al noreste de Ramala), según aseguraron.
