Durante su primer discurso, Trump aseguró que se “inició una nueva era” donde no serán los partidos los que controlen al Gobierno, sino donde el pueblo controlará al Gobierno. “Estamos pasando el poder, no de una administración a otra o de un partido a otro, sino de Washington a ustedes (pueblo) nuevamente”, expresó.
Indicó que durante mucho tiempo un grupo pequeño de la clase política prosperó, mientras fábricas se cerraban y millones de familias sufrían. “Sus victorias no fueron las victorias del pueblo”, agregó.
El nuevo mandatario aseveró que construirán autopistas, puentes, aeropuertos y vías de tren por todo el país bajo dos premisas: que los productos sean norteamericanos y que se contrate mano de obra norteamericana.
“Nuestros intereses estarán primero”, avisó. En ese sentido, habló de un proteccionismo hacia todo producto que sea norteamericano. No dejarán de colaborar con otras naciones, a quienes dejará que pongan sus intereses primero, pero también su administración antepondrá sus intereses.
“Seremos el ejemplo para todos”, manifestó ante el aplauso multitudinario.
También recordó que por mucho tiempo Estados Unidos defendió fronteras extranjeras pero no la suya e hizo ricos a otros países mientras Estados Unidos se caía a pedazos. Afirmó que eso cambiará a partir de ahora.
“Ustedes vinieron a ser parte de un movimiento que el mundo no vio jamás”, manifestó.