Ayer en el Defensores, el clásico fue el cocido con chipa, mucha gente llevó a sus hijos logrando el clima ideal para disfrutar del espectáculo así como era en el pasado, antes de la aparición de los inadaptados patoteros, denominados barras bravas.
Así como la semana pasada en Para Uno, ayer la gente disfrutó del partido, aunque los hinchas de Olimpia quedaron muy disconformes y vociferaron contra los jugadores y el DT Mauro Caballero, que no pudieron con Independiente.
Una pena que el clásico no se dispute en el mismo horario matinal, porque está demostrado que el público futbolero necesita de innovaciones, para que los niños, señoras y los abuelos puedan volver a disfrutar de la cancha.